domingo

Virtual y un bosque

-Oh querida ¡Que ojos tan grandes tienes! son penetrantes como el roció matinal, De una suave tonalidad azul y nada envidian a los marfiles que lucían los reyes de antaño
-Querido mío ¡son para verte mejor! Para apreciar todo el arte de tu silueta y tu paso que me sugiere que eres la impostura de alguna deidad
-Amante mía ¡que dientes tan grandes tienes! Si ya mi cuello se precipita hacia ellos, si ya siento el impúdico impulso hacia nuestro caos
-Oh fervoroso adonis, solo existen con el objeto de comerte mejor, de devorar tu palidez y desgarrar los finos velos que nos separan.
Pero callemos que mis padres están aquí y tengo que dejarte.

Así, la dama se marcho sin dejar atrás ningún calzado de cristal, ni siquiera sus suaves medias de algodón, y la cámara se apago con un sonido mecánico y la pantalla murió, solo un poco menos que su dueño.

Un lobo aulló afuera y una manta roja se atascó en un roble.


Jhon

1 comentario:

  1. ya te dije, deja de fumar (?)
    la idea de que caperucita es la carnivora antropofágica me da un poco de miedo pero te encanta el morbo xD

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