La mosca y La basura.

Ella y él se frecuentaban en el secreto intrínseco de la perpetua noche.
Él la invitaba a comer a su casa, a comer de él, a alimentarse mutuamente.
Ella era un ángel en un cuerpo equivocado... o no
Y allí, en lo finito de sus arquitecturas, se miraban y algo mas

Ella se posaba en su cuerpo de cáscaras
Y quizás hasta sentía vergüenza de sus atrevimientos
Quizás tenia miedos, quizás dudas.

Él, dichoso de su carácter de inerte, la dejaba hacer y se encomendaba a su voracidad.
Porque sabia que cada vez que ella lo tocaba
Adquiría un poco de su esencia y se la llevaba a volar.

Después de un tiempo, él hubo de confesárselo:
Nunca era mas feliz que cuando volaba con ella.



Jhon